La Federación Turca de Fútbol ha revelado una situación alarmante: 371 de los 571 árbitros que trabajan en las ligas profesionales tienen cuentas activas en plataformas de apuestas deportivas.

De ellos, 42 han apostado personalmente en más de 1,000 partidos, lo que ha encendido todas las alarmas en el país. Ante la magnitud del escándalo, el presidente de la liga anunció el inicio de procedimientos disciplinarios y prometió una reforma total del sistema arbitral, así como una revisión profunda de todo el modelo futbolístico en Turquía.

La noticia ha generado una fuerte reacción en medios y aficionados turcos, que exigen transparencia y medidas contundentes.